Análisis de la canción Soltar todo y largarse- Silvio Rodríguez
Silvio Rodríguez ha usado ciertos patrones armónicos y melódicos, para representar emociones y condiciones particulares, en una manera consistente durante su carrera. Muchas de sus composiciones suelen ser polisemias y metafóricas, a veces incluso difíciles de clasificar. No obstante, en algunas de esas canciones aparecen elementos de estilo biográfico, referentes su niñez, amores, emociones, a su familia o a esas experiencias que vivenciaba durante su camino.
Puedo entonces aquí hacer referencia un momento en particular de su vida y fue la época de la ofensiva militar en los años noventa, donde debido a las dificultades que pasó y no lo dejaban participar de eventos y era punto de señalamientos, impulsaron su salida de Cuba para viajar en las flotas pesqueras llamadas Playa Girón y Océano Pacífico desde septiembre del año 1969 hasta enero del año 1970. Este viaje fue muy importante para la consolidación de su estilo musical y las letras. Se le permitió ser parte de la flota para entretener a los pescadores.
Aislado en la mitad del océano con recuerdos de su país, de amores pasados, y de sus luchas, esta época de reflexión le permitió crear y desglosar todas esas ideas durante aproximadamente cinco meses en los que escribió sesenta y dos canciones, entre esas las más apetecidas y escuchadas por el público amante de la nueva trova.
Me permito a través de esta introducción que reconoce lo significativo que fue tomar la decisión de partir de ese hogar seguro, empezar una aventura que lo enriqueció tanto personal como profesionalmente, pero voy a aterrizar en una canción específicamente, “soltar todo y largarse” lanzada en 1996. La canción se compone por cuatro estrofas, en cuanto a las figuras recurrentes que son signos que constituyen las concepciones del discurso, para el caso de esta canción se agrupan en torno a tres ideas: la aventura, el aprendizaje y el riesgo.
Se encuentra presente el paralelismo (repetición de las mismas estructuras oracionales con una leve variación): “destino a las estrellas resplandecientes/ “y aprendiendo conciertos junto a la luna”/”y soñando que un día serás poeta” estas oraciones se repiten dos veces al final de cada estrofa.
Este canción está escrita en presente, encaminándolo a un deseo futuro “soltar todo y largarse, qué maravilla” “destino a las estrellas resplandecientes” y plantea la idea de que ya ha experimentado eso “volver al santo oficio de la veleta” y en cuanto a su título es muy claro y directo en relación con letra, es decir que nos permite anticipar la relatoría sobre la impresión que el compositor tiene sobre el objeto en cuestión.
El primer párrafo tiene como eje referencial el hecho de dejar todo e irse de viaje “atesorando solo huesos nutrientes” sin tantas maletas, solo nosotros y aventurarse en el camino, cuando dice pisando arcilla se interpreta como que todo puede suceder en el camino, no hay terreno firme para pisar, pero existe un destino del viajero que es hacia donde alumbran las estrellas.
En la segunda estrofa continúa la idea del viaje donde su equipaje son tan solo unos pantalones raídos y zapatos viejos, un sombrero que se lo lleva el viento, y un ojo de garra, que pretende ir observando y aprendiendo de la experiencia.
Descubrir algo, una mirada fuerte, que trata de encontrar una respuesta en algo que solo le da un reflejo, esto referente escudriñar enigmas en los espejos. En la tercera estrofa describe a través de un símil esos amores pasajeros y parasiempres falsos, que no duran y desintegran rápido como la espuma, recurre a la sinonimia, esa figura retórica que pretende aumentar la precisión descriptiva “el acero afilado de los probables, colgado, vigilante, junto a la luna” y se entiende como ese acero afilado de algo que podría ser cierto y que espera a que lo que anhela llegue, siendo un vigilante al lado de la luna.
En la última estrofa, recurre a la figura literaria de la personificación al compararse con el oficio de una veleta, es decir, indicar con consecuencia hacia dónde vamos, qué dirección marco con el viento, y desnudar la vida como un bergante, en este caso, en palabras propias, como un sinvergüenza, un delincuente y termina diciendo que va soñando con que un día será poeta.
Se puede entender que el compositor es quien relata el texto porque además de hablar en primera persona y se identifica dentro del escrito como tal, es quién experimenta la acción, es decir que al hacer parte actica del proceso narrativo entra a ser actante, la persona que desea algo y lo hace, el que se lanza a la arcilla y viaja.
Y finalmente, dentro de los esquemas pasionales establecidos por Fontanille (1992) es la aventura y el riesgo lo que caracteriza el mensaje de la canción.
Dejar ya sea esa comodidad del hogar o las miles de ocupaciones a las que estamos acostumbrados, por las cuales nos perdemos tantos momentos buenos, y ese riesgo tiene que ver con haber abandonado ese terreno seguro y monótono para y lanzarse a esa aventura sin rumbo a lo desconocido, disfrutando y aprendiendo de cada instante.
Por: Aura Stefanía Borrero Castro
En el análisis se evidencian varias consultas con el fin de obtener datos históricos sobre la vida del cantante Silvio Rodríguez, algo que es llamativo y de gran ayuda para que el lector pueda adquirir un contexto del talento y de la historia de vida de Rodríguez.
ResponderEliminarLa redacción tiene una secuencia coherente, permitiendo la agilidad en el momento leer y comprender el texto, en temas de ortografía faltan algunas tildes en ciertas palabras.
Ese particular uso de metáforas empleadas por Silvio, que se encuentran muy presente en las canciones, casi que como una constante para reflejar esas experiencias e indudablemente sus posturas políticas, que para la época y el contexto en el que se desarrollaron, significaba para algunos una amenaza y para otros una insignia a la revolución y un aire de apoyo.
ResponderEliminarEl trovador de la revolución, como fue conocido Silvio en su momento, también posee otras características visibles, que comparto con Aura. Una peculiar manera de personificar objetos, en este caso una veleta, en el que a manera de monólogo se empeña en mostrar ese camino de incertidumbre "al enfrentarse a un mar abierto", que le espera al "soltar todo" aquello que creía tener y emprender nuevos "cursos", aveces dejándose llevar por "el viento" y otras siendo consciente de que en él se encuentra ese poder de cambiar "el rumbo".
En donde en el camino reflexiona de la vida misma y de sus amoríos efímeros del pasado y de un presente que le obliga a exiliarse abruptamente, pero que llena a su vez, de material primoroso sus sus composiciones.